Los globettroters no sólo están en el básquet. También han pasado por el fútbol parándola de pecho, tirando una pared, desvaneciendo a dos o más rivales en el intento de extirparle el balón. La esencia que nunca perdieron fue la de dejar con la boca abierta a todos los presentes y el elogio de la prensa sea del país que fuere. Era difícil que alguien pudiera vencer a este tipo de jugadores. Sin embargo, hubo un equipo que lo tuvo entre las cuerdas. Para muchos fue el amistoso que marcó un antes y un después en el fútbol sudamericano... Y por qué no, mundial.
Ese equipo de leyendas era el Santos de Brasil, que a fines del 50 y gran parte de la década siguiente, era el rival que nadie quería tener. Pero todos disfrutaban al verlo. Contaba con jugadores como Dorval, Zito, Tité, Coutinho, Gilmar y otras estrellas. Y la que resplandecía en todo ese cielo era la de “La Perla Negra”, “O Rey” o Pelé. Un delantero que, con 19 años, venía de deslumbrar al mundo en la goleada de Brasil por 5 a 2 ante Suecia, en la final del Mundial de 1958. Estadistas del país carioca le computan casi mil cien goles, más precisamente 1091. Tal revuelo armó la aparición de esta joya, que hoy en el estadio Maracaná sigue vigente una placa en conmemoración a uno de los goles más bellos, según ellos, que ocurrió en dicho estadio el 15 de marzo de 1961.
Para muchos el mejor jugador de la historia, para otros no. Lo que es indiscutible es que marcó un antes y un después en el deporte de nuestro continente. Su primera presentación en la Argentina fue en el torneo sudamericano de 1959 y no se fue con un gran recuerdo en su paso por aquí. Empató en la final ante el elenco local en 1 y sólo le servía ganar. Pudo haberlo hecho, pero el árbitro del encuentro pitó la finalización del juego justo cuando Garrincha estaba por convertir el segundo para los brasileños. Sí, la pelota estaba atravesando la línea de gol y el juez lo dio por terminado. Un escándalo.
Racing en el camino del Santos
Pasaron dos años y diez días para que el astro del momento volviera a Buenos Aires. Y fue con su querido Santos para jugar el partido del milenio ante un Racing, que venía de ser campeón del torneo. Le faltaba jugar la última fecha ese fin de semana ante Central y tenía un quinteto ofensivo que metía miedo. Convirtió más de sesenta goles en treinta partidos, algo inédito para el estilo de juego que se adoptó en nuestro fútbol. Defensas férreas y resultados pobres. la Academia daba gusto de ver. Ataques por los costados, efectividad en el arco contrario, defensores de galera y bastón... Y un comandante que pasaba por su mejor momento. Juan José Pizzuti, el verdugo de Pelé. El responsable del empate argentino en aquél sudamericano dos años anteriores.
El juego se desarrolló en Parque Patricios, en el Palacio Tomás Adolfo Ducó. Fue un jueves del 28 de Septiembre de 1961. Se calcula que unas 47 mil almas estuvieron presentes en el estadio, a pesar de que fuera un día laborable. Se disputó por la noche y con una entrada al valor de $100, costoso para ese entonces. Sin embargo, valió la pena pagar esos tickets. Dos equipos para nada defensivos, iban al ataque sin importar lo que pasara en su campo.
A los cuatro minutos del primer tiempo, la Academia tuvo un tiro libre indirecto. El arquero, Laercio (hizo de titular porque Gilmar estaba con la selección), no puso barrera y se lo hicieron pagar caro. Un pase cortito de Corbatta a Pizzuti y a cobrar. Ganaba Racing 1-0. El conjunto brasileño fue dominado en el inicio porque Belén se desmarcaba y triangulaba con Sosa y Mansilla. Corbatta se metía como 9 y dejaba la claridad de que, en cualquier momento, podía estirar la diferencia en el primer cuarto de hora. La visita se despertó y la fiesta comenzó. Amagues, paredes, juego al toque, espacios defensivos y tiros al arco.
En una ráfaga de dos minutos, el Santos pasó al frente. En el minuto 20, un pelotazo entre las líneas atrás de mitad de cancha de Pelé dejó solo a Dorval, que encaraba sólo frente a Negri. El portero académico logró despejarla, pero en el reboté Bebé puso el empate. A los minutos, otro centro idéntico para que el jovencito sensación de 21 años quedara mano a mano con el arquero y Mesías. Este último lo bajó y, mientras todos esperaban el penal, cayéndose empujó la bola y metió el 1-2.
Un primer tiempo intenso, diez minutos más tarde, el “Marqués” Sosa arranca la jugada abriendo para Corbatta, quien con un sprint le ganó la línea a un defensor y devolvió el pase atrás. Sosa, con un amago, se sacó la marca de encima, abrió para Pizzuti y a los 32 la Academia empataba 2-2. No le duró mucho el empate: a los cinco minutos hubo un centro pasado de Mauro (defensor central) para Pelé y este la bajó para Dorval, que entraba como una tromba y concreta el 2-3.
En la segunda parte, Sacchi o Pizzuti se interferían al juego de Zico-Pelé. Corbatta se volvía a juntar con Sosa y Mansilla. Así cada uno tuvo su chance de gol. Pero si no era por los palos era por el arquero rival. Del otro lado, hacía lo que le fuera más efectivo: buscar la espalda de Mesías y ser punzante. Sin embargo, tras una falta de Anido casi a 30 metros del arco, Pelé se paró en el corazón del área y golpeándose el pecho pidió que se la tiraran. Muchos imaginaban que a la cabeza. Pero no: el lanzador lo entendió y se la tiró a esa altura. Se adelantó a la defensa, la acomodó con el pecho y, de tijera, colocó el 4-2 final.
Hinchas de Racing o neutrales, pagaron para ver a los dos mejores equipos de esos momentos y al joven que tanto se hablaba, ese que metía dos goles por partido. Ni los equipos, ni Pelé fallaron. La gente los aplaudía de pie. La derrota fue anecdótica y más por lo que se mostró en cancha, ambos protagonizaron el partido del siglo.
Formaciones:
Racing (2): Negri; Anido, Sacchi, Mesías; Peanno, Blanco; Corbatta, Pizzuti, Mansilla, Sosa y Belén.
Santos (4): Laercio; Mauro, Gaspar Dalmo; Getulio, Calvet, Zito; Dorval, Mengalvio, Bé, Pelé y Tité.
Tuve la suerte de ver ese maravilloso partido, como lo expreso el GRAN PERIODISTA DANTE PANZERI EN LA REVISTA EL GRAFICO (EL PARTIDO DEL SIGLO), las situaciones de gol fueron incontables, pudieron haber salido 4 a 4 u 8 a 8. en cuanto a PELE sigo insistiendo que fue el mejor jugador que vi en mi vida (tengo 83 años y DIOS me dio la gracia de poder haber estado presente en todos los campeonatos de la era profesional ganados x RACING includidos la copa de america de 1967 y la del mundo de ese mismo año en chile y uruguay y sigo con Pele fue el mejor porque no tenia ningun defecto como jugador .
Estuve en la cancha y realmente fue maravilloso. Hoy poco se recuerda de ese Racing 1961. Equipazo que ya venia de 1960 cuando por ej le hizo 11 goles a Central.
Yo estuve, me parece no fue de noche, sino por la tardecita.Fue un recital de fútbol de los dos equipos, Racing fue a golpe por golpe con el Santos y dejó huecos atrás, eso fue fatal.
Yo tambien estuve y coincido con todo. Es partido fue a las 6 o siete de la tarde y el titulo de Panzeri en El Grafico fue: "Santos 4 Racing 2. Futbol para los dioses" . En el segundo tiempo merecimos algun gol mas. Y hay un error en las fechas, Racing salio campeon empatando 0-0 con Gimnasia el 20 de noviembre.
Mis querido amisgos Yo tengo 81 pirulo y estuve en la cancha de Huracan. He visto a lo largo del todo este tiempo goles pero el gol que hizo pele que, le saco una o dos cabezas a sus marcadores en el salto, aunque pele no era alto, mide 1.73, pero con una fuerza en las piernas increibles.
Salto por encima de sus marcadores la mato de pecho giro en el aire y sin tocar el suelo saco un balazo infernal, golazo.
Se lo contaba a mi señora hace unos dias y ella me decia, pero feu asi, y yo le respondi, si fue asi.
Hola, coincido en casi todo. Amplío, además de Panzeri en el Gráfico, otro gran periodista Juvenal escribió en Clarín un artículo referido al partido que si se leyera hoy día por un juego de Racing, decir magnífico sería poco. Ese partido, sí, fue el del siglo y considero que el del actual también. El horario, sólo recuerdo que ya era de noche. Y en cuanto al empate con GyE en la Plata, tengo un leve recuerdo que nos golearon, pero como ya habíamos salido campeones, nos festejaron previo al partido con un buen asado y vino. Y así pagamos las consecuencias, tantos no podían estar en forma. Para ellos jugaba el otro loco (Ciancia ) y los Bayo( uno de ellos vino con el tiempo a Racing). Disculpas si erré en los datos, también cargo una cédula pesada.
academicopena - hola patricio. si, concuerdo contigo en que ese partido fue muy renombrado por entonces. al principio se lo caratulo el mejor de la decada. se tejieron mil historias, pero solo los que lo vimos y estuvimos esa tarde-noche en la cancha de huracan lo tendremos siempre en nuestras retinas. claro, hablando ya friamente, para recordarlo alegremente deberiamos haber ganado ese partido, cosa que no sucedio pero que racing estuvo cerca de conseguirlo. en cuanto al partido jugado ese fin de año en la plata vs. gimnasia fue terrorifico. los que fuimos como siempre a alentar y a festejar el campeonato obtenido, despues de haberle ganado a san lorenzo en el cilindro 3-2 con el aberrante arbitraje de velarde, no mereciamos que nuestro ler. equipo saliera a jugar el 2do. tiempo en las condiciones en que salio. tras empatar en el 1er.tiempo 1-1 con gol de sacchi, nos apabullaron a goles. perdimos 8 a 1. - y yo tambien cargo con una cedula pesada pero igual me encanta recordar todo lo que sea concerniente a racing - los buenos y los no tan buenos momentos - y tambien como a ti, la memoria suele jugarme algunas malas pasadas. aprovecho para saludar a todos los racinguistas y desearles un año 2023 venturoso y con racing campeon. socio vitalicio bodas de oro
Fue un gran partido. Lástima que perdimos. Para colmo en febrero de 1964, el Santos jugó en Avellaneda con nuestros vecinos y los amargos les ganaron 5 a 1 a los brazucas, con baile. Y para peor, ese mismo0 año, por la Copa Libertadores, también los vecinos dieron vuelta el resultado en Brasil, cuando iban perdiendo 2 a 0 y terminaron ganando 3 a 2. Y eliminaron al Santos de Pelé.
¡Qué le vamos a hacer! Nosotros éramos los ganadores morales, pero los vecinos ganaban en serio.