Gago, ansioso y pasado de revoluciones con Arsenal

Por más extraño que parezca, la evidencia demuestra que no son los clásicos ni los equipos grandes los que más complican a Fernando Gago como técnico de Racing. Muchos de los partidos ganables, o al menos esos en los que el propio DT se considera obligado a ganar, son lo que lo terminaron poniendo en aprietos. Especialmente cuando se llega al segundo tiempo sin conseguir la ventaja. Rápidamente vienen a la mente algunos partidos como los de River de Uruguay y Agropecuario. La Academia se termina desesperando por anticipado. Pero no es intención de esta columna volver al pasado, sino analizar lo que pasó en el 1-1 de este martes contra Arsenal.

A mi entender, y a diferencia de la opinión de Fernando Gago, Racing no jugó el mejor primer tiempo en mucho tiempo. Pero sí los primeros 20 minutos. Allí tuvo cuatro jugadas claras de gol y otra vez no pudo convertir. ¿Cómo se explica arrancar un partido mereciendo ganar 4-0 a los 20 minutos y terminarlo al borde de la derrota? Primero, desde la fragilidad de un equipo que llega ocho veces, sólo convierte uno y encima le empatan en la primera que lo atacan. Pero supongamos que fue apenas una desgracia. ¿Qué hizo el técnico para seguir empujando a un Arsenal que al encontrarse 0-1 se imaginaba una goleada en contra? Se pasó de revoluciones y contagió con esa ansiedad a sus jugadores.

Gago rompió el mediocampo de Racing demasiado pronto

Si el primer tiempo fue tan pero tan bueno, ¿había necesidad de hacer cuatro cambios en ataque en apenas 23 minutos? El mensaje de quemar todas las naves con tanto resto en el reloj carga de desesperación a los jugadores. Se vio en cancha a muchos jugadores acelerados, fallando pases por apurados. No hay otra lectura que el ir como loco a buscar el 2-1 fue un error del DT. En verdad, lo que necesitaba Racing de Gago era un manto de tranquilidad y trabajar el partido para que el triunfo decantara simplemente por la diferencia de categoría entre los equipos. Pintita dio vuelta todo y mal. Alcaraz no sólo que no sumó, sino que restó con una actuación bajísima. Enseguida sacó a Gómez para poner a Cardona y a Carbonero por Oroz. ¡A los 13 minutos del ST la Academia se quedó prácticamente sin mediocampo! Tan desbocados estaban los jugadores que nadie volvía y cada contra del equipo de Madelón era jugada de gol.

Con más de media hora por jugarse, Gago dejó a un Racing partido, desorganizado y al borde del caos. Por un lado, Alcaraz, Cardona, Carbonero, Copetti y Hauche se quedaron para atacar junto a un Mura que tampoco volvía mucho. El resto, entregado atrás ante un Arsenal que no lo terminó ganando por falta de jerarquía. ¿Había necesidad de jugar casi toda la segunda parte como si faltaran cinco minutos? Con Cardona y Alcaraz jugando de lo mismo (internos sin retroceso), la Academia se quitó sola los pocos espacios que quedaban. Esto se profundizó aún más cuando Rojas entró por Hauche. Es entendible, entonces, el enojo de Copetti en el final. Muchos delanteros no volvían y les hizo gestos que fueron los que posiblemente hayan causado el enojo de Mena.

El ataque de Racing necesitaba mucho más a Romero que a tantos volantes

Gago, que sabe mucho más que nosotros, debería entender que la acumulación de apellidos de peso jamás será sinónimo de pasar por arriba al rival de turno. De hecho, lo hizo solamente cuando fue un equipo ordenado. En todo caso, con poner a Maxi Romero al lado de Copetti quizás hubiese alcanzado para tener más peso en el área sin destrozar todo el mediocampo y dejar la imagen de un equipo desesperado sin justificación alguna. Al fin y al cabo, los partidos duran poco más de 90 minutos y es un error grosero querer ganarlo lo más rápido posible descuidando los caminos para lograrlo.

Tomando el ejemplo de Lisandro López, este Racing de Fernando Gago debería llevarse un dedo a la sien y pensar un poco más los partidos. Porque no gana siempre el que genera cien chances de gol (aunque tenga más chances), sino el que es más inteligente para entender los momentos del partidos y entender por dónde están las ventajas y desventajas que entrega el desarrollo del juego.