Que Juan Musso haya sido la figura de Racing, por primera vez en el ciclo Coudet, marca algunas cuestiones de lo que fue un nuevo triunfo de la Academia. Partiendo de la base que se jugó el tercer partido en la semana (Godoy Cruz, Cruzeiro y Vélez) y que el cansancio pudo haber infuido en un equipo que necesita extremadamente de su físico, el Fortín complicó quizá más de lo pensando a Racing.
Con el handicap de contar con Lautaro Martínez y Ricardo Centurión, el bloque defensivo esta vez no fue tal. Como a veces pasó por la Copa, los pelotazos largos complicaron a la última línea y Nery Domínguez no pudo cortar los pases entrelíneas, en especial de Vargas. Musso tapó cuatro jugadas claras de gol y el poder de fuego que tiene, y que el Chacho explota siendo muy generoso con el juego, fueron los motores del sufrido triunfo. De cara a lo que viene, el desafío será mejorar a este Racing cuando no tiene la pelota. Pero lo más importante para nosotros es que con Lautaro y Centurión hay material para soñar.
Rival durísimo, y que se está armando para ser protagonista.