Se puso el snorkel y salió a nadar. O a entrenarse... Cuando todo parecía indicar que un lunes lluvioso no le iba a permitir aumentar cargas en la recta final de su recuperación, pensando en tener una semana completa de trabajo para volver cuanto antes, Lisandro López le hizo frente al diluvio en Avellaneda. Porque mientras todo el plantel se entrenaba en el Polideportivo Jorga Camba, bajo techo y sin mojarse, el ídolo de la Academia se puso los botines y se empapó en la cancha auxiliar con tareas con pelota bajo el agua. Fue el comienzo de una semana donde lo exigirán mucho más, aunque las malas condiciones climáticas alteraron un poco los planes. "Como yo me fui con el grupo al entrenamiento bajo techo por la lluvia, dejé a Licha con uno de los kinesiólogos (Hernán Pelaez). No quisimos que se moviera en superficie dura y lo que hizo en la cancha auxiliar no fue recontra exigente. Iremos de menor a mayor", le explicó Javier Bustos, preparador físico, a Racing de Alma.
El ídolo muere por volver a jugar. Luego de 51 días de de rehabilitación de la rotura del ligamento lateral interno de la rodilla derecha (fue el 18 de febrero ante Huracán), Lisandro ya entró en la recta final de su puesta a punto. De hecho, se preveía que podía volver ante Sarmiento, pero la idea es no arriesgarlo y que logre una semana completa de trabajo. A partir de ahí, ver cómo responde y mandarlo al campo. Hoy, Atlético Tucumán parece la opción más firme.