Rubén Paz: "Comíamos picadas en la casa de Tita"

En la segunda parte del extenso mano a mano con Racing de Alma, Rubén Paz habló con detalles de su relación con Tita Mattiussi. Un fragmento que no tiene desperdicio alguno.

-Hace poco se cumplieron 100 años del natalicio de Tita y recuerdo que cuando viste tu foto en el predio con ella casi te ponés a llorar…
-Esa foto retrata lo que era ella y la relación que teníamos. Tita era una persona que se te aparecía por sorpresa cuando estábamos en el entrenamiento, cruzaba un tablón que estaba en la casa de ella para saludarlo al Coco Basile y al Panadero Díaz. Después nos saludaba a cada uno. Por más momentos difíciles que pasábamos, ella llegaba con una sonrisa. También era un tema personal, porque en las fechas libres iba con mi familia a tomar unos mates a su casa o iba con mis gurises a compartir un momento con ella. Estábamos permanentemente en su casa, las picadas que hacíamos en las previas a cada concentración, porque antes eran más largas... Lo terminamos agarrando como cábala, acá es mucho más fuerte que en Uruguay. Siempre juntábamos un poco de plata cada uno, se la dábamos, ella hacía las compras y preparaba todo para cuando llegáramos ya estuviera la comida lista, ella feliz de la vida. Si hoy estuviera sería un libro. Lo que vivió ella es algo impresionante, el cariño que le dieron los jugadores del '60, del tricampeonato, todos... Debe ser inolvidable.

-¿Cómo fue ese primer encuentro con Tita?
-Uno cuando llega y con la convivencia va conociendo a las personas. Pero en este caso son gente que ya nacen con una estrella. Tienen un imán, una atracción diferente. Ella vivía en un lugar que nadie le iba a cambiar, pero se merecía mucho más. El mundo de ella siempre fue Racing. La mayoría de los jugadores que convivieron ahí conmigo como el Flaco Zaccanti, Roa, Medina Bello, por nombrar algunos, la amaban, la querían. A mí me pasó lo mismo, porque fue enseguida. Yo llegué y a los 15 días estaba debutando y con ella fue una cuestión de piel, química, la comunicación, mi forma de ser, el poder arrancar una sonrisa. No sabías si estaba sola o acompañada, porque ella estaba en el mundo Racing. Había momentos que tratábamos buscar que la soledad no la lastimara tanto, porque cuando a Racing le iba mal ella sufría igual o más que nosotros, los jugadores. El club en ese momento no era el de hoy. Por toda la transformación que hubo en tantos años en el club, hoy ella estaría mucho mejor. Fue lo que ella quiso vivir pero yo, los cinco años que estuve, la aproveché muchísimo. Totalmente querible (se le quiebra la voz).

Rubén Paz, emocionado por Tita

-¿Recordas algo particular de ella?
-Tuvo un gesto grandísimo conmigo (sonríe con los ojos vidriosos). Cuando vino Diego Maradona a Racing, ella tenía una camiseta firmada por él y un día cuando vine a visitarla, me dijo: “Que voy a hacer yo con esto acá, te la regalo”. Pero lo más importante, es que yo llevaba a mi familia ahí y compartíamos un rato.

-¿Cómo fue el día que te enteraste que murió?
Todos los que vivimos, pasamos por ahí y estuvimos con ella fue doloroso. Ella se hacía querer, ella era Racing. “Quiero a Racing, amo a Racing”, siempre nos decía eso.

-¿Es tardío el reconocimiento que le dan?
-Claro, es algo que tenés que aprovechar en vida. Pero ya está (hace una pausa). Ahora la recordamos como fue, como era, tengo las imágenes de ella conmigo, los gritos, las risas, las bromas, los abrazos. Nos hacíamos felices mutuamente (contiene el llanto y se le corta la voz). Un personaje como ese, que vivió, trabajó, hizo todo para Racing, merecía algo mucho mejor y en vida.

-Te saco del tema Tita…¿Cómo es el vínculo que nació entre vos y D’Alessandro?
-En los años que estuve en Racing, seguramente para Andrés también fui importante. Él aparecía ahí en los entrenamientos con el padre y la admiración por el juego empezó a fortalecerse en el día a día. Desde ahí, ya van cuatro años seguidos que me llama para participar de partidos a beneficios. La idolatría es mutua, es un jugador que me hubiese encantado que haya pasado por Racing. Tiene una zurda mágica, le gusta ganar, con personalidad, me hubiese gustado mucho que haya pasado por acá.