Se cumplen cien años de un logro que muy pocos equipos tienen en sus vitrinas. Racing fue el primer heptacampéon a nivel mundial, y único en nuestro país. En el siguiente informe de RDA repasaremos la campaña de la Academia.
La grandeza y el renombre a nivel nacional, como internacional, los clubes se la van ganando a través de los años. Son verdaderos hitos, que sólo los equipos realmente importantes pueden conseguir. Racing fue el primero dentro y fuera de nuestras tierras.
Más adelante, se sumaron a este prestigioso club de heptacampeones el Lyon de Francia y la Juventus de Italia. Luego de que este último obtuviese su séptimo título consecutivo, la Academia realizó un banderín que se le fue otorgado al nuevo campeón, para afianzar las relaciones internacionales entre ambos clubes.
Este camino no se inició con el primer campeonato, viene desde mucho tiempo atrás. Ya desde segunda división, Racing a fuerza de juego y destreza se fue ganando el respeto de todos los clubes que disputaban los torneos de la asociación argentina.
Siete fueron los años que le bastaron para recalar en la máxima división, tras una frustrada final perdida con River en 1908. La Academia derrotó en la final del campeonato de 1910 a Boca Juniors por 2 a 1 con goles de Alberto Ohaco y Pablo Freers el 11 de septiembre, obteniendo así el ascenso. Sin embargo, el hito no quedó ahí, a los días derrotó a River B en la Copa Campeonato y obtuvo la Copa Bulrich de Segunda división.
Lentamente se fue formando un equipo que con los años lograría grandes cosas. En su primer partido en primera división igualó en uno con San Isidro de Avellaneda con gol de Carlos Scarone. A la siguiente fecha, lo esperaba Quilmes que lo venció por 2-1 y fue su primera victoria en primera división.
Obviamente, no nos olvidemos de la victoria por 3 a 1 a Alumni, aquel equipo imbatible de Primera divisón de los hermanos Brown. Ahí, los muchachos de Avellaneda se transformaron en el primer equipo netamente criollo en vencer a uno británico. La gente llenaba los estadios y el equipo respondía. En los primeros dos años, luchó, pero, no se pudo llevar nada.
La primera alegría llegó en 1913, donde a pesar de caer derrotado con River y Boca, en veinte fechas la Academia obtuvo 17 victorias y un empate. Por primera vez, se convertía en campeón de la Primera divisón. Un hijo pródigo del club, fue su goleador. Estamos hablando de Alberto Ohaco, quien marcó 20 tantos.
También obtuvo la Copa de Honor y Copa Ibarguren, ambas nacionales. Por último, como si fuese poco, obtuvo la Copa de Honor Cousnier al vencer por 3 a 2 ante Nacional de Uruguay, su primer logro internacional.
Con la separación, nuevamente, el fútbol argentino quedó dividido en dos ligas . El campeonato de 1914 pasó a tener menos equipos, Racing tuvo que enfrentar a 13 rivales y su campaña sensacional. Obtuvo el primer campeonato invicto, doce victorias y un empate, con 42 goles a favor y 7 en contra. Otra vez, Ohaco fue goleador con 20 tantos y, también, obtuvo la Copa Ibarguren de 1914.
Para el año entrante, todo cambió. Se volvieron a unir las dos ligas y el torneo fue más parejo de lo que se esperaba. El gran momento que pasaba la Academia de nada servía con un San Isidro que no paraba de ganar. Cuando se enfrentaron, el encuentro terminó igualado en uno con el gol de Juan Hospital, ex Independiente, en cancha de Racing.
Sin embargo, en la fecha 21 todo parecía cambiar, la Academia caía ante el rojo de local por 2 a 1. Pero una mala inclusión de Victorio Capelletti en el conjunto ganador, le terminó dando el partido terminó dando el encuentro por ganado a Racing. Luego alcanzó en la cima a San Isidro de Avellaneda y fue a un desempate. Tras 23 victorias y dos empates durante la fase regular, la Academia venció 1 a 0 a San Isidro con gol de Alberto Marcovecchio y se quedó con un nuevo título. Además, ese año ganó la Copa de Honor MCBA 1915. Otra vez, Ohaco fue el goleador con 30 goles.
Racing seguía creciendo. Ya para 1915 contó con los terrenos de Avenida Mitre que los convirtió en su sede social y varios deportes, como pelota- paleta. Se hacía fuerte a escala social. Y los campeonatos no paraban. En 1916, logró dos hitos impresionantes: primero, 17 partidos ganados consecutivamente en Primera división. Segundo, un invicto de 51 partidos sin perder desde 1913, fue en la octava fecha ante San Isidro (1-2) el catorce de mayo. Tras 21 partidos disputados, ganó 15 encuentros, empató cuatro y cayó en dos ocasiones, con 30 goles a favor y 10 en contra. Esta vez, el artillero fue otro. Marcovecchio, con 10 tantos. Pero lo que si repitió fue la Copa Ibarguren de 1916.
Al siguiente año, se consigue el quinto campeonato consecutivo a nivel local con una campaña casi perfecta. En 20 partidos, ganó 16, empató tres y perdió solamente uno, convirtió 58 goles y le convirtieron solamente 4. Una efectividad increíble. Otra vez Marcovecchio fue goleador, marcando 18 tantos. Sin embargo, eso no fue todo. Ganó la Copa Ibarguren, Copa de Honor MCBA y la Copa Aldao ante Nacional de Montevideo frente a la atenta mirada de 15 mil espectadores. Un año lleno de copas.
En 1918, la hegemonía continuó. Con un invicto de 17 victorias y dos empates, Racing se quedó con el campeonato local por sexta vez consecutiva. River y Boca, terminaron segundos y terceros respectivamente, que a pesar de un hacer un buen torneo, no podían contra la academia. Una ofensiva temible y en la zona del fondo, unos guerreros. Ellos, fueron los responsables de 49 goles a favor y solo 9 en contra, teniendo como máximo artillero a Alberico Zabaleta con 13 tantos.
El campeonato de 1919 sufrió, otra vez, una separación. De los 20 partidos anuales, se pasaron a trece y la Academia apabulló a quien se le puso enfrente. No perdió ni empató, solo ganó. Así obtuvo el séptimo campeonato consecutivo, número 19 en la historia del club. Un hecho que no se igualó en América y fue el primer club afiliado a FIFA en lograrlo. Para obtener esto, la Academia convirtió 43 goles y sólo recibió 10. Su máximo artillero fue Marcovechio.
Pudo seguir ampliándose esta hegemonía en 1920 pero terminó a dos puntos de River. Siete campeonatos consecutivos para marcar el camino de la historia del fútbol argentino. Para ser el primer grande, la Academia Racing Club.
Moro de U. S. A
Gracias don Facundo. Por esta nota ligada a la incomparable historia del Glorioso
racing Club de Avellaneda ....un abrazo mayor desde La lejanía pero mi corazón se sigue nutriendo del. sentimiento que compartimos todos los
Chau Moro de U. S. A