Santiago Nagüel: "La gente de Racing no sabe que estoy en el club"

Por momentos, pareciera que el fútbol es la profesión ideal. En el imaginario colectivo está instalado que, si llegás a la Primera de un club como Racing, pasás a formar parte del juego que apasiona a los argentinos a cambio de un sueldo sideral. No sólo eso. También te ganás el reconocimiento y el cariño de los hinchas. Pero no todo es color de rosas. Basta con conocer la historia de Santiago Nagüel, quien actualmente se entrena con la Cuarta División, para darse cuenta los vaivenes que sufre la carrera de un jugador profesional.

Hundido en el ostracismo, el volante que llegó a la Academia desde Argentinos en 2015 a cambio de 750 mil dólares por el 80 % de su pase, le abre las puertas a RDA para contar una historia que conmueve. La ilusión que le generó su llegada al primer grande, el accidente que cambió su vida deportiva y las dificultades para poder bancar económicamente a su familia, serán parte de una nota emotiva con el futbolista de 25 años que, a pesar de que muchos no lo sepan, sigue siendo jugador de Racing.

-¿Hasta cuándo tenés contrato en el club?

-Tengo contrato en Racing hasta diciembre de 2019. 

-La última vez que jugaste profesionalmente fue en Brown de Adrogué en mayo de este año. ¿Qué pasó después?

-La llegada a Brown de Adrogué fue difícil. A mediados del año pasado, ellos querían que yo fuera a jugar ahí pero no les alcanzaba para poder pagarme el mismo salario que yo cobraba en Racing. La idea era irme a préstamo pero que me siguiera pagando Racing el sueldo porque Brown no tenía plata. 

-¿Cómo lograron llegar a un acuerdo?

-Justo en ese momento estaba el problema con Vismara y los dirigentes no querían que a mi me pasara lo mismo. Por eso, dos días antes de que cerrara el libro de pases, aceptaron que me fuera a Brown y Racing quedó encargado de pagarme el sueldo. Resigné algo de dinero con tal de poder seguir jugando y no quedarme sin poder jugar. No tenía sentido quedarme para ganar plata sin hacer nada.

-¿Cómo fue ese año en Brown?

-Bastante jodido. Tuve algunos problemas para cobrar durante ese año pero luego Racing me lo solucionó. Esos meses fueron difíciles porque yo no estoy salvado ni mucho menos. Tengo familia y la verdad se me complicó mucho.

-¿Y tu vuelta a Racing cómo fue?

-Cuando volví en junio de este año no tuve lugar ni en Primera ni en Reserva. Evalué la posibilidad de rescindir el contrato, pero como estaba tan mal económicamente elegí quedarme acá. En diciembre se cumplen seis meses desde que volví y estoy un poco preocupado sobre qué pasará en el año que me queda de contrato.

-¿Cómo te sentiste durante estos meses?

-Mal. Sobre todo al principio. El primer mes me entrené sólo. Me estaba volviendo loco. Entrenar sólo te come la cabeza, los días se te hacen muy largos. Lo único que hacía era correr e ir al gimnasio. Llega un momento que no sabés qué hacer.

-¿De qué forma lograste que te dieran la chance de entrenarte con la Cuarta?

-Gracias a Pablo Gomis, el DT. Él me propuso ir a entrenarme con la Cuarta y eso me hizo sentir un poco mejor. Le estoy metiendo a full en las prácticas para seguir adelante con mi carrera profesional.

-¿Tuviste algún contacto con el cuerpo técnico de Reserva?

-Sí, ellos son muy buena gente. Pero cuando alguien vuelve de un préstamo, lo más común es que no te pongan en la Reserva. No lo veo mal porque hay que darle lugar a los juveniles del club.

-¿Qué tenés pensado hacer con tu futuro?

-No sé qué haré a partir de enero. Estoy esperando que me digan algo los dirigentes para saber cómo seguirá mi carrera.

-¿Qué te generó el llamado de Racing en 2015?

-Venía haciendo buenos partidos en Argentinos, sosteniendo un gran nivel. Pero en ese momento el llamado de Racing me sorprendió. Fue una alegría inmensa tanto para mi como para mi familia.

-Hasta te diste el lujo de jugar unos minutos en los octavos de final de la Copa Libertadores...

-Sí, fue una locura. Vivir esa hermosa 
experiencia de jugar la Libertadores con Racing no me lo saca nadie. Es algo que jamás olvidaré y que espero volver a vivir.

-¿Qué pasó después de ese 2015 en el que te habías ganado un lugar?

-Después de Cocca vino Sava. Yo me tenía que presentar el cinco de enero. Lamentablemente me fracturé un hueso de la muñeca la semana anterior jugando con unos amigos al fútbol. Estaba por patear, me caí y me fracturé el escafoide. Me operaron y no pude arrancar la pretemporada. Si no me hubiese pasado eso creo que Sava me habría tenido en cuenta. A partir de ahí vinieron todas las malas.

-¿Porqué pensás que se te hizo tan difícil volver a tu mejor nivel en algún club?

-Fueron pasando muchas cosas. No extrafutbolísticas, pero sí difíciles de explicar. A veces también me preguntó qué pasó. Tomé decisiones equivocadas sobre los clubes a los que me fui a préstamo. No acerté bien cuando tenía varias propuestas. También soy autocrítico y entiendo que no pude sostener un gran rendimiento. El tema es que al no tener continuidad es muy bravo.

-¿Por dónde continuó tu carrera?

-Fui a Unión y no pude jugar muchos minutos. Después me pidió Holan en Defensa pero el plantel era muy largo. Después vino Becaccece, recortó el plantel y me tuve que volver para Racing.

-¿Te desgasta todo lo que se vive alrededor del mundo del fútbol?

-De chico no lo sabía o no estaba muy al tanto. Te influye un poco todo lo que se maneja alrededor del fútbol. Es un trabajo. Si bien hacemos lo que nos gusta, vivimos de esto y también lo hacemos para darle lo mejor a nuestras familias. No debo ser el primero que le pasa esto, pero te juega un poco en la cabeza todo lo que pasa afuera de la cancha.

-Cuando la pasabas mal el año pasado por los atrasos en los pagos, ¿pensaste en largar todo y dedicarte a otra cosa para poder ayudar a tu familia?

-La verdad no se me pasó por la cabeza dejar el fútbol. Mi familia me apoyó siempre. Sobre todo porque me queda contrato con Racing. Si no tuviera club o donde ir tal vez sí se me cruzaría esa idea.

-¿Cómo fue el año en Brown de Adrogué?

-Cuando estuve en Brown la pasé mal económicamente. Igual de chico también estuve en una situación parecida. Sé lo que es la necesidad. A veces comer lo que había o ni siquiera comer. Ahora que soy padre no quiero que le pase eso a mi hijo nunca. Mi máxima preocupación es que a él no le falte nada.

-Muchos hinchas de Racing no deben saber que todavía seguís en la institución...

-La gente de Racing no sabe que estoy en el club. Estuve en el 2015 y fue un gran año. Alguno se debe acordar. Igual es entendible, jugué muy poco. Espero que esta nota sirva para que no se olviden de mí.

-¿Soñás con volver a tener una chance en Racing?

-Lo veo difícil pero confío en mis condiciones y sé que con continuidad, y sintiéndome importante en un equipo, puedo volver a ser el de antes.

-¿Te seguís hablando con algún jugador del plantel profesional?

-Sí. Con Gustavo Bou me sigo hablando, es un fenómeno. El mes pasado nos juntamos y comimos un asado con nuestras familias.

-¿Te dio algún consejo?

-La Pantera me pide que no baje los brazos. Él pasó por un momento parecido antes de llegar a Racing. Sus palabras me dieron mucha fuerza porque Bou me conoce como persona y como jugador. 

-¿Qué es lo que más extrañás de jugar en Racing?

-Quiero volver a sentir esa adrenalina de entrar al Cilindro. La gente de Racing es impresionante y extraño mucho entrar a esa cancha.

-¿Quiénes te apoyan en este momento difícil de tu carrera?

-Mi familia y mis viejos siempre me apoyaron. Me alientan todo el tiempo a seguir adelante. Si estaría sólo, sería todo cien veces más difícil. Todo el esfuerzo que hago es por mi mujer Florencia y por mi hijo Valentino.