Leonardo Sigali se estira para intentar llegar a un centro en el área rival y enseguida mira el banco. Se toca su pierna izquierda y le hace gestos con sus manos como que algo le tiró. En ese mismo instante, muy caliente, Eduardo Coudet tira un par de insultos al aire, revolea una botellita de agua al airea y hasta se siente algo culpable. Sabe que pierde a Sigali de cara a lo que le queda a Racing. Un baja fundamental, sensible e importante para la idea de juego y la solidez defensiva del equipo. Si bien el parte médico fue "dolor en el sóleo izquierdo", los gestos del defensor en plena cancha y la palabra de Coudet en conferencia dejaron en claro que sería un desgarro en esa zona.
Apenas 15 minutos duró en cancha Sigali. De hecho, no iba a ser parte del encuentro ante Estudiantes y Coudet había decidido dejarlo afuera de la lista de concentrados por estar al límite desde lo físico. Sin embargo, los resultados que se fueron dando en el fin de semana respecto a la clasificación a la próxima Libertadores, fueron cambiando la idea del Chacho. El empate de Huracán con Talleres le abrió una puerta y la igualdad de Independiente un portón. Ahí fue cuando el DT decidió sumar al Oso a la concentración. Claro, consciente de que Donatti no iba a jugar todo el partido, Coudet mandó al banco a Sigali (también teniendo en cuenta lo que ataca Estudiantes por arriba) y lo hizo ingresar en los últimos 30. Pero no le salió bien. "Me siento un poco culpable por la lesión de Sigali, pero el partido para arriesgar era hoy", reconoció el entrenador que ahora no tendrá a Sigali para todo lo que le queda a Racing en la temporada.
A Sigali no le dan los tiempos para jugar en Racing
Si bien es un jugador fundamental para la estructura de Racing y del propio Coudet, Sigali verá los cuatro partidos que le quedan al equipo desde afuera. Son 17 días desde su lesión hasta el último encuentro ante Cruzeiro en Belo Horizonte, tiempo de recuperación insuficiente. Además, con Racing clasificado a octavos, tampoco valdrá la pena arriesgarlo.