Era el partido para tomar confianza. Para aprovechar el envión del triunfo ante San Lorenzo y ratificar la remontada por la Copa Sudamericana. Pero apenas lo pudo hacer desde el resultado. Porque Racing no jugó nada bien ante un modesto equipo colombiano y sacó un empate de visitante ante Rionegro Aguilas que le permitió avanzar de fase, pero lo dejó con muchas dudas.
Otra vez los errores en el fondo, un medio campo sin marca y con Aued corriendo a todos desde atrás. Porque si Cocca está decidido en que el doble cinco deben ser Luli y el Pulpo González, debería intentar que la Academia tenga la pelota. Ninguno de los dos siente la marca y con el ex Lanús más suelto es Aued el que debe marcar. Algo que no siente y termina sufriendo. Y encima, arriba ya no es ese equipo temible al que todos los defensores soñaban no enfrentar. Se nota que a Lisandro le falta fútbol y Cuadra es un pibe que promete. De hecho ayer, en sus pies y una genial definición estuvo el 1-0 que le dio aire a Racing (Rionegro Aguilas debía convertir tres para eliminarlo). Pero con eso no alcanza. Se nota la falta de Gustavo Bou (desgarrado) y Lautaro Martínez, quien ayer ingresó en los últimos minutos y está volviendo a acomodarse luego del Mundial Sub 20 en Corea.
Racing jugó mal. Otra vez. Sin una idea clara, sin un estilo definido, los problemas del fondo no dan confianza y hace pensar que puede perder contra cualquiera. De hecho, luego de 1-1 pasó algunos sobresaltos innecesarios teniendo en cuenta el nivel del rival. Y encima, arriba ya no es letal por lo que termina sufriendo más de la cuenta. De esta noche, lo único bueno es el resultado...