Si algo que se le debe reconocer a Juan Antonio Pizzi es que siempre dio la cara pese a lo mal que juega su Racing. Sin embargo este sábado, tras empatar sin goles con Gimnasia, el técnico de la Academia decidió sorprender de formar sorpresiva su conferencia de prensa. Quizá molesto por lo visto dentro del campo, y tras las polémicas y coherentes declaraciones de Lisandro, el entrenador prefirió llamarse a silencio. En sus últimos contactos con la prensa ya se había mostrado molesto ante algunas consultas de los periodistas, especialmente cuando se le preguntó más de una vez por la extraña ausencia de Lisandro López dentro de los 11 titulares. Quedó demostrado ante el Lobo que en este contexto tan pobre es una mala decisión tener afuera al capitán.
El ciclo Pizzi, luego de sostenerse exclusivamente en los resultados, pasó a caer al vacío sin escalas. Viene de quedar eliminado en casa contra un San Pablo que lejos estaba de ser un cuco, hace seis partidos que no gana y en el ámbito local no hizo goles en sus últimos cinco juegos. Son números espantosos y que no resisten a ningún análisis. El técnico llegó a Avellaneda a mediados de eneros, por lo que hace siete meses que está en el día a día del equipo y no consigue darle una identidad definida a este lamentable Racing. Contra el Lobo, que vino prácticamente a defenderse y bancar el empate, apenas tuvo dos aproximaciones ante el arco de Rodrigo Rey. La nada misma.
Pizzi tiene revancha rápido
A favor de Pizzi juega que el martes Racing ya tiene otro partido. Por la tercera fecha del campeonato viajará a Mar del Plata para jugar contra Aldosivi, que viene de ganarle a Platense. Es otro de los partidos ganables que debería tener la Academia y en caso de no hacerlo, el DT casi que no tendría de dónde agarrarse para seguir en el cargo. El aroma a ciclo cumplido ya es de vieja data.