En la tarde lluviosa del sábado en Pilar salió el sol para las chicas del equipo de fútbol femenino de Racing, que a pesar de perder 0-1 se impusieron en el resultado global por 2-1 frente a Real Pilar, ganaron el octogonal final y consiguieron el tercer boleto para el ascenso a la Primera División. Un año, ese es el tiempo en el que volvió a aparecer el fútbol de once femenino en Racing. Y en todo este tiempo, con mucho sacrificio, dejando de lado muchas cosas, las chicas, junto a su entrenador, dieron todo para el objetivo de llevar a la institución a lo más alto. Y lo logró. No fue como se lo esperaba, con el torneo de segunda división bajo el brazo, pero, lo más importante, siempre fue jugar en Primera.
Ya dos pasos se habían logrado: llegar a la final del reducido y ganar el primer encuentro. Sólo quedaba la vuelta. Como es costumbre, a veces los nervios pueden jugar una mala pasada. Sin embargo, las chicas salieron decididas a quedarse con la última chance de subirse al tren que tuvo como estación a la cima. Antonio Spinelli, el entrenador del equipo, dialogó con RDA: "Habíamos cumplido con la premisa de ganar el primer partido de local, pero que no era definitorio. Y teníamos que salir a jugar como si estuviésemos 0-0 en el partido de vuelta".
Así fue que, en los primeros minutos, la Academia salió a buscar la apertura del marcador, aunque tras dos chances nítidas de gol (una al travesaño), no lo concretó. A falta de diez minutos, el local se puso en ventaja y se hizo una ruptura en el partido. El dominio cambió de bando, Real Pilar tomó el protagonismo y empezó a complicar el panorama para la segunda parte. "Sabíamos que el segundo tiempo iba a ser pesado porque se nos iban a venir, por suerte lo pudimos contener sin que nos generaran riesgo", admitió el técnico de las chicas.
En los minutos finales, con una lluvia incesante en la zona oeste del Gran Buenos Aires, las académicas querían volver a dibujar el sol. Por eso intentaron por todos lados un empate que, a pesar de que en cuatro ocasiones lo pudo conseguir, la redonda no quiso entrar. "Sabíamos que el margen de error era nulo, ya no había tiempo para ajustarlo. Por suerte, el equipo lo asimiló bien más allá de terminar ajustados en el global. Fuimos superiores y no se nos podía escapar", comentó Spinelli. El silbatazo final sonó, estalló un grito desaforado desde el banco de los relevos, tribuna y, también, un abrazo que nacía desde el alma, las jugadoras.
El desahogo en el festejo
Sin importar la derrota, la serie final del octogonal se la llevó Racing por 2-1, lo que le permite sumarse junto con Independiente (campeón) y Lanús (Sub Campeón) a la máxima categoría del fútbol femenino. En referencia a los momentos finales, Antonio Spinelli comentó: "Primero, lo que hice fue salir corriendo para la tribuna para festejar que estaba mi señora, familiares míos y de las jugadoras, como también los que nos acompañaron todo el año. Porque estuvieron en todo momento, en los buenos y los malos". Por otra parte, recordó lo siguiente: "Se me vino a la cabeza estos quince meses que arrancamos, empezamos con esto en marzo del año pasado y es muy importante que Racing en este momento ya tenga un ascenso bajo el brazo".
Para cerrar, el técnico no dudó en reconocer a las chicas que con el esfuerzo que les dio su recompensa: "Uno antes de ser deportista, o yo entrenador, es persona. Hemos dejado cosas de lado por este objetivo, que tardó en llegar, se sufrió. Pero como costó, se disfruta el doble".
Felicitaciones por el esfuerzo y para los que creemos y sabemos que Racing no son solamente 90 minutos de futbol.