Con la misma intensidad y soltura que mostraba sobre la raya izquierda, nos atendió desde Chabás, provincia de Santa Fe, Walter Fernández, el wing grandote que llegó a la Academia para regresar a Primera y terminó siendo clave para ganar la Supercopa de 1988. No te pierdas este mano a mano imperdible de RdA con un tipo apasionado por el fútbol y por la música, quién repasa su vida con la redonda, recordando con especial cariño su andar por Avellaneda y nos cuenta cómo se propuso de a poco trascender en el mundo de la música.
-¿Cómo fueron tus inicios cómo futbolista?
-Ya desde muy chiquito nací pateando en mi pueblo, Firmat, en Santa Fe. Si bien era hijo único siempre me las rebusqué para jugar al fútbol. A los 12 años nos mudamos con mi familia a Chabás, otra localidad de por acá y ahí empecé a jugar en clubes de barrio hasta que a los 18 llegué a Rosario Central.
-¿Cómo fueron tus inicios en la Primera División? ¿Jugaste siempre de wing izquierdo?
- Debuté en Central a los 19 años, estuve ahí tres temporadas y me negociaron como parte de pago de Pedro Magallanes, un futbolista que quería traer Central de Argentinos Juniors y me mandaron para La Paternal. Ahí tuve una lesión grave donde me replanteé la posibilidad de largar el fútbol. Ahí debía tener unos 21 años. Me llamaron casi de chiripa de Defensores de Belgrano y esa fue mi salvación, porque me tocó andar muy bien por suerte. Siempre desde Inferiores fui un clásico wing izquierdo. El único técnico que en algún momento me puso de centrodelantero fue Osvaldo Chiche Sosa.
-¿Apodos que te hayan puesto en el fútbol?
-En el barrio me decían zurdo y ya después en Primera División me pusieron Oso por mi contextura física. Cuando me empecé a hacer un poco más conocido en el ambiente del fútbol, ahí desaparecieron los apodos y me quedó mi nombre y apellido o directamente el que juega de wing izquierdo, jaja.
-¿Cómo fue que llegaste a Racing?
- Racing venía peleando en la segunda categoría y me fueron a buscar por mi rendimiento en Defensores de Belgrano. Llegué a comienzos del año 85’ y a fin de esa temporada pudimos lograr el objetivo de ascender, era algo que urgía en la gente. Fue una locura venir para Avellaneda, por la hinchada, por el momento, por la expectativa, fue un orgullo venir a jugar a un club tan grande. Llegué con mucho entusiasmo y con el correr de los años vinieron cosas hermosas.
- ¿Qué recuerdos tenés de aquel duro camino para que Racing regresara a Primera División?
- Y las finales contra Atlanta me dejaron una huella importante. En el partido de ida tuve la suerte de anotar dos goles. Eso fue importantísimo para el club y para mí, porque había muchísima presión. Lo raro de las finales es que antes de jugar la primera final nos habían dicho que importaba la diferencia de gol, ganamos 4 a 0 y a los pocos días decretan que no tenía validez la diferencia de gol, por lo que para ascender directamente teníamos que lograr como mínimo un empate en el partido de vuelta. De ahí lo vital que resultó el gol de Néstor Sicher en el Monumental. Nos sacamos mucho peso de encima, no sabés lo que fueron las semanas previas a esos partidos.
- Me imagino que otro momento cúlmine tuyo en el club fue la obtención de la Supercopa 1988.
- Sí, por eso el ascenso fue clave conseguirlo para sacarnos esa presión de encima y jugar más alivianados. Nos asentamos con el Coco con el correr de las temporadas y pudimos conseguir ese trofeo tan importante para la institución, con un equipo de hombres que sabían lo que se jugaban en cada partido. Y te digo más, si no hubiera pasado el incidente con Navarro Montoya en nuestra cancha que nos terminan sacando puntos, hubiéramos podido cortar la racha de campeonatos en el torneo local. Ganamos de punta a punta la primera rueda, finalizamos primeros a fines del año 88 y después eso nos pinchó.
- Compartiste equipos con grandes jugadores en Racing. ¿Con cuál de esos compañeros te quedás?
- Y sería muy tonto si eligiera sólo a uno porque había cada uno. Qué se yo Ruben Paz, Pato Fillol, pibes como Fabbri. Va a sonar a frase hecha pero lo que lo hizo campeón a ese equipo fue el grupo, a la unión que impulsaba el Coco Basile con su gran cuerpo técnico desde el banco. Con Miguel Colombatti nos conocíamos de memoria también y eso fue muy importante.
-¿Cuál fue tu mejor partido con la camiseta de la Academia?
- Y creo que la goleada a Boca 6 a 0 en Avellaneda me marcó, porque si bien no anoté ningún gol, pude dar cuatro asistencias para que mis compañeros convirtieran. Creo que a partir de ese partido hasta Victor Hugo me empezó a llamar el último wing y El Gráfico me puso un 10 sobresaliente de puntaje. Nunca me había pasado.
- ¿Por qué motivo te terminás yendo del club tras pasar tan lindos momentos vividos?
- Porque cuando va terminando el año 89, en el que no podemos pasar los octavos de final de la Copa Libertadores, el equipo se empezó a desarmar y yo sentía que un cambio de aire podía hacerme bien. Me vinieron a buscar de México y me fui para Cruz Azul.
-¿Cómo era tu relación con la gente de Racing?
- Sin dudas la más pasional y seguidora es la gente de Racing. El tema es que también la gente me exigía mucho así que teníamos algún que otro tira y afloje pero siempre prevaleció el aliento y el empuje para conseguir los resultados. Yo también pasaba de tener partidos muy buenos a partidos que tiraba pelotazos a la tribuna.
-¿Cómo se da tu retiro como futbolista? ¿Cómo lo procesaste en tu cabeza el tiempo después de ser profesional?
- Me retiré en Defensores de Belgrano, una institución a la que también le guardo mucho cariño y obviamente fue raro. Con posterioridad a mi retiro como profesional volví a Chabás, me casé, jugué en varias Ligas del Interior, hice el curso de técnico, puse un par de escuelas de fútbol, soy coordinador de Inferiores y hasta la fecha sigo llevando pibes jóvenes a Buenos Aires para que tengan la chance de probarse.
- ¿Cómo nace tu amor por la música?
- Y es algo que viene intrínseco, fue desde siempre, bien de chico ya me apasionaba. Cuando me incliné por el fútbol, un poco que la dejé y después siempre traté de cantar en los ratos libres.
- ¿Cantabas mucho en las concentraciones?
-Siempre, más en los viajes largos a otras provincias, yo siempre fui muy caradura y mis compañeros tenían que escucharme. En México me terminé de decidir para volcarme a la música. Me hice amigo de un cantante profesional que me inspiró a que yo pudiera probar suerte.
-¿Qué tipo de música te gusta?
- A mí me gustan todos los géneros musicales, quizá sea más de lo melódico, aunque también me gustan el blues y el rock. Me apasiona la música de los 80’ y mucho la música internacional. Hoy preparo de todo un poco. Canto distintos “Covers”, tengo algunos temas propios, pero generalmente en los shows canto “Covers”.
- ¿Acompañás el canto tocando algún instrumento?
- Puede ser que agarre la viola en alguna oportunidad, pero eso se lo dejo a los que saben, lo mío es el canto en modo de homenaje a los grandes músicos que hemos tenido.
-¿Qué compañero compinche se te prendía en el canto?
- Huguito Lamadrid siempre me acompañaba, él era más de los Rolling Stones y yo del Puma Rodríguez pero igual me bancaba.
- ¿Le has dedicado canciones a Racing?
- Si he hecho un par, hay una que la pasan al final de un corto de Capusotto. Tengo un tema que le hice hace muchos años a Tita, que si bien lo he cantado en una Filial del Interior, todavía no lo terminé. A Tita la adorábamos todos, era una persona maravillosa, con sentimientos enormes para con el club.
- Hace unos años estuviste en el programa de TV “Soñando por Cantar”. ¿Cómo fue esa experiencia?
-La verdad que fue algo hermoso que me pasó en el 2012, porque de tantos años viviendo en el Interior, hasta de la cara de uno se olvidan. Pero a partir del programa se me abrieron muchas más puertas. Fue bárbaro porque estaba Lerner, Valeria Lynch, Patricia Sosa y cuando terminaba aparecieron el Pato Fillol y Rubén Paz. Inolvidable.
- ¿Has fantaseado con cantar en el Cilindro?
- Sería fantástico y muy emotivo. Me encantaría poder cantar el himno en la previa de algún partido de Copa Libertadores. Me vuelvo loco de tan sólo pensarlo, a cancha llena y en alguna instancia final.
- ¿Qué jugador en la actualidad se asemeja a Walter Fernández?
- No existen más porque antes la indicación era que nos pegáramos a la raya e hiciéramos un surco en la defensa rival, sin tanta obligación en el retroceso. Hoy los jugadores son más completos y les piden más cosas los técnicos. Si me tengo que definir sería como una mezcla entre el Piojo Lopez y el Huevo Acuña, pero más grandote de cuerpo.
-¿Cuál crees que puede ser la clave para que a Racing le vaya bien en la Libertadores?
- Para mí que el Chacho Coudet se identifique bien con la institución y los colores. Cuando entienda que Racing es pasión, sentimiento y a la vez sufrimiento, con su capacidad nos va a poder guiar para llegar lejos en la Copa. Le tengo mucha fe al equipo este año. Veo tipos con personalidad, Centurión, Lisandro, Lautaro, lo veo muy bien al equipo y ojalá que podamos volver a ganar en el plano internacional.
Grande walter seria emocionante que vos cantes el himno contra cruzeiro equipo al que saliste campeon de la supercopa en el 88 en brasil te lo mereces vos racing y el hincha gracias por lo que nos diste de chico aprendi a pegarle de zurda para imitarte fuiste un monstruo abrazo grande!!!
Mi papá me puso Walter René en honor a vos nací en 1988 justo el año de la Supercopa. mi papá no puede decir dos palabras de vos sin emocionarse dice que eras un monstruo q dejabas la vida en cada partido y q rompias redes con tu zurda.hoy en día mi papá tiene esquizofrenia y siempre soñamos con conocerte ojalá se de verte d nuevo en el cilindro cantando el himno con la albiceleste de fondo.vamos racing carjo!!!
Gracias Walter, te recuerdo perfecto, cuando entrabas inspirado eras insuperable, no te agarraban ni 3 jugadores contrarios, siempre por la banda izquierda y esos centros bomba únicos. Muy ágil para lo corpulento que eras. Con vos y Miguel Colombati en la B era afano. Otra vez, GRACIAS WALTER !!!
Cuando te preguntan parecido a quien eras, yo creo que a ninguno. Lo mismo que con el Piojo López, fueron únicos, dos jugadores sin replica, Eso si, ambos se parecían en la poca prensa que tenían, pero el tiempo terminó demostrando que, al fin y al cabo, fueron irrepetibles. Abrazo.
Grande Walter!! Vos y el Huevo de lo mejor por izquierdaaa... vamos Racing!!!
Qué jugador, Mamita! La primera vez que lo vi fue en El Cilindro, él jugando para Defensores: la agarró de 35 metros y se la clavó en el ángulo a Traverso. 1 a 1, lo empató Squeo con otro bombazo hermoso desde afuera. Cuando Racing lo trajo (junto con Colombatti, Attadía, Sicher y otros tantos), me ilusioné con que la rompiera como con El Dragón y podamos ascender. Lo demás es historia conocida. Nunca me voy a olvidar de esos duelos con Clausen, contra los vecinos. La verdad es que la rompían los 2. Walter te mataba a pura potencia y bomba al arco, pero además era habilidoso, extrañamente hábil para alguien de su porte y contextura física.
Ojalá lo oigan los dirigentes y pueda cantar el himno en casa. Abrazo de gol, Walter querido!