Si hay un jugador que dejó una huella imborrable en Avellaneda y en Boedo, sin dudas que ese es Michelini. Pablito, quién fue todo un símbolo del Racing de los 90, repasa en RdA sus vivencias en la Academia y palpita el choque del próximo sábado ante el Ciclón.
-¿Cómo fue tu llegada a Racing?
-A mediados de 1994. El técnico era el uruguayo Luis Cubilla. El presidente, Juan De Stéfano y el club estaba siendo asesorado por la gente de Tyc Sports para traer refuerzos, era algo raro. En esa camada de refuerzos estaban Marcelo Saralegui, Nestor Clausen, Estanislao Struway...
-Estuviste cinco años en el club, integraste equipos importantes y también pasaste etapas de muchas penurias...
-La verdad que fueron años muy lindos, más allá de no haber podido conseguir un campeonato, algo que siempre nos trazábamos como objetivo. Estuvimos muy cerca en la Libertadores de 1997, donde perdimos en Perú 4 a 1 (ante Sporting Cristal) y perdimos la chance de jugar la final. Hubiera sido extraordinario. Esa es una espina que me quedó. Después hubo momentos no tan buenos desde lo dirigencial, pero los buenos recuerdos superan ampliamente esas situaciones.
-¿Cuál fue el mejor Racing en el que estuviste? ¿Qué compañeros destacás futbolísticamente?
-Tuve la suerte de jugar en el Racing de Brindisi, ese equipo que venía jugando con Marchetta y andaba muy bien. También con Basile tuvimos una muy linda etapa, lo mismo con Angel Cappa. Y compañeros te podría nombrar a varios, pero creo que el Mago Capria, Teté Quiroz, con el que compartí el medio, Claudio Úbeda y el Chelo Delgado fueron de lo mejor. Además, todos muy buena gente. Latorre y Matute Morales, dos jugadorazos también.
-Si tuvieras que elegir un partido con Racing, sería...
-Ja, y es difícil porque jugué como 200. Pero creo que uno que siempre me acuerdo: es el del Apertura 1995, en cancha de Independiente, dónde después de ir perdiendo por dos goles les empatamos con el golazo del Chelo Delgado.
-El público de Racing al poco tiempo que llegaste siempre te tuvo como símbolo del equipo. ¿Qué sentías cuando coreaban tu nombre?
-La gente de Racing siempre se comportó de manera excelente conmigo, yo llegué muy jovencito al club y siempre me demostraron todo el cariño. El paso por la Academia me marcó mucho en mi carrera.
-Luego pasaste a San Lorenzo, dónde anduviste muy bien y te consagraste campeón. ¿Cómo ves el partido del sábado?
-Es especial porque de San Lorenzo también tengo grandes recuerdos. Jugué siete años, son los dos clubes que más tiempo y con los que más me siento identificado. Creo que los dos equipos entraron en una etapa en la que, si bien se juegan cosas muy importantes, se están armando para la próxima temporada. Hace poquito lo sacaron a Torrico, lo mismo parece que puede pasar con Orion. Creo que ambos clubes están entrando en una etapa de renovación y transición.
-¿Con qué jugador de la actualidad te sentís identificado?
-Es difícil la pregunta, porque creo que cada jugador tiene sus características, del que te puedo decir que hizo una carrera bárbara y justo cuando yo me iba a San Lorenzo, es el Polaco Adrián Bastía. Cuando entrenaba con él me daba cuenta de que tenía muchas condiciones para jugar bien en Racing.
-¿A qué te dedicas actualmente?
-Estoy con un par de negocios, de estaciones de servicio, hotelería con mi hermano y también de cafetería con mi mujer. Para volver al fútbol, la verdad que no me veo con la capacidad para estar al frente de un equipo, no he realizado el curso de técnico y creo que la salida laboral para un ex jugador no es tan sencilla. Tomé otro rumbo y por ahora todo viene bien.