Turco García: "Ni drogado diría que larguen a un violador"

El Turco García nunca se guardó nada. Se expresa tal cual lo siente. Y cuando estuvo en el ojo de la tormenta por un video que salió publicado junto a otros ex futbolistas y a miembros de la barra de Boca pidiendo por la salud de los presos, salió inmediatamente a responder y a explicar el caso. En esta segunda parte de la entrevista que brindó en exclusiva para Racing de Alma habla de ese video, de la relación con los barras de su época (con pelea incluida), su trabajo actual en las inferiores, la selección, la historia de su libro, un tatuaje muy especial y el ping pong final, fiel a su estilo.

-¿Qué sentiste cuando viste ese video en las redes?

No lo podía creer. Yo le hago videos a todos, de onda. Esa vez, me envía un mensaje una señora que es la mamá de un pibe que dirigí en Venado Tuerto y me pide ese favor. Y lo hice. Por supuesto que la salud de todos es importante. Pero después, cuando me vi compaginado con la Hiena Barrios, que tuvo un incidente espantoso, con el Rafa Di Zeo que yo no lo conozco y con los muchachos de Boca (Cascini, Basualdo, etc) dije "¿qué hago yo ahí?". Encima aparece el Rafa hablando de una huelga pacífica y después están todos tirando flechas…me quería morir. Estuve tres días muy mal. Ni cuando estaba drogado podría haber dicho que larguen a un violador, a un chorro o a un asesino. Pedí disculpas porque están los familiares de las víctimas y entiendo muchísimo su dolor. El que me conoce sabe cómo pienso.

- ¿Como fue tu relación con las barras de Racing de esa época?

En general, bien. Tuve un encontronazo con Cacho Ciudadela (jefe de La Guardia Imperial en los 90) y me ganó por puntos, je. En esa época pedían plata para los micros, y era verdad, no era para falopa ni nada, era para los micros. Apenas llegué, les dije: "miren muchachos que plata no les doy". "Entonces te vas a tener que pelear conmigo", me respondió Cacho. Y así fue. Arreglamos para el otro día, antes de subirnos al micro para la pretemporada. Él le pidió a su gente que no se meta y yo le pedí a mis compañeros que tampoco (Cacho Borelli estaba ahí, sabía boxeo). Nos agarramos a trompadas limpias, nos dimos bastante y creo que me ganó por puntos. Digamos un 109 a 105 en tarjetas de boxeo, jeje. A partir de ahí, tuve una relación muy buena con Cacho.

La actualidad del Turco Garcia en Racing

- ¿Como es tu trabajo de captación? ¿Qué se busca en un jugador?

Miro jugadores desde la novena a la cuarta división. Busco en las posiciones que nos falta y hago participar mucho a las filiales. Te doy un ejemplo con lo que pasó en San Pedro. Llamé a la filial y les dije que los iba a ver. Entonces, con aviso de la filial, los chicos fueron previamente y se anotaron. De esa forma, la filial también participa. Después voy, miro las categorías y en las posiciones que buscamos, pero también miro cómo es el chico, como son los padres, como es su entorno. Y cuando hay lugar en el Tita, se vienen una semana entera. Una vez que están en el predio, los ve el técnico de la categoría junto a Fleita y Miguel Gomis. Debatimos entre nosotros y se decide si ya queda o si le hacemos un seguimiento a futuro. Es algo muy lindo, esto es como un plus en mi carrera de técnico para ver otras cosas relacionadas a la docencia. Ves el carácter del chico, la postura que tiene y la personalidad para venir a la capital, que no siempre es fácil.

-Yamil, tu hijo, está en la Reserva. ¿Que ves en él?

Es un chico que trabajó mucho en este tiempo. Cuando llegó a Racing todavía le faltaba y Juan Fleita lo fue llevando de a poco. En Séptima pegó el salto porque tuvo continuidad e hizo muchos goles. Después, cuando estaba en Quinta, el Tanque Gerk lo llevó a Reserva y ya tiene unos cuantos partidos jugados. Ojalá pueda jugar en la primera de Racing, pero mas allá de eso ya sé que va a poder vivir del fútbol. Lo encuentro muy parecido a Gio Simeone, con un poco mas de técnica. Tal vez se parezca a mi en la potencia, cuando desborda y tira centros, pero tiene mas técnica que yo y es mas goleador. No quiero que se sienta presionado, así que trato de no  compararlo nunca conmigo.

- ¿Como ves a Racing institución hoy?

Yo soy un agradecido de estar trabajando en el club. Racing está muy bien, Racing es Disney. Tenes las cuatro comidas en la casa Tita, ocho canchas de fútbol, se está arreglando la entrada del predio, están las chicas con el fútbol, con patín, con hockey... hay una movilización en el club que es espectacular. Los chicos tienen psicólogo, psiquiatra, asistente social, hay un micro que los lleva y los trae al colegio y también a entrenar. Ni hablar la ropa, que es de primea calidad. La verdad que es un lujo. Racing trabaja bien e invierte en los chicos. Estamos todos al día, todo está ordenado, es un placer trabajar acá. Esto es gracias a los socios también, que siguen aportando y ayudando al club.

La Selección

-Ganaste dos Copa América (91 y 93) con la Selección Argentina. ¿Por qué no fuiste al mundial del 94?

En ese momento me enojé con Basile, porque pensé que me iba a llevar a Estados Unidos. Había una realidad, yo me lesioné 25 días antes de que empiece la Copa y por eso quedé afuera. El Coco me esperó todo lo que pudo, pero no dieron los tiempos. Yo creo que igual llegaba bien, tal vez a una semana de empezado el mundial, pero eso es mucho tiempo en un torneo que dura un mes. No se puede arriesgar tanto. Por eso después lo entendí al Coco y le pedí disculpas. Él siempre me bancó y me llevó a todos lados.

- ¿Estuviste cerca en el 86 también?

Si, muy cerca, pero lo mandé a la reputa que lo parió a Bilardo y me fui. Le dije “no te aguanto más Narigón”, pateé la pelota para arriba y no aparecí nunca más. Igual fui un visionario, porque llevó a Pasculli en mi lugar y fue el que hizo el gol contra Uruguay, je. Pero es un crack Bilardo. A mí me decía: “Vení Turco. A vos te marca Branco, la señora tiene diarrea y el nene tuvo fiebre esta semana…” sabía todo, un fenómeno.

El libro y la parte mas dura en la vida del Turco García

-¿Por que te decidiste a sacar el libro (Este soy yo, con prólogo de Basile) en este momento de tu vida?

De los malos momentos, si uno es inteligente, puede ayudar a otro para que no le pase. Eso es lo que intento también con el libro, que es del fútbol y de las cosas buenas y malas que tuve que pasar. Agradezco a Racing que me haya dado la oportunidad de trabajar con los chicos. Alguno puede ser reacio a esto, pero yo no hice nada malo. Yo tuve una enfermedad. Y la persona que pasa por esto tiene que saber que realmente está enfermo para poder salir. Cuando empezas a salir es un poco mas lindo porque te das cuenta de un montón de cosas, vas mejorando, ves los errores que no querés volver a cometer y además recuperas la dignidad, que es lo que perdes. Lo más difícil de todo es tomar la decisión.

-¿Por eso tenes tatuado el número 11?

Si, lo tengo tatuado en la mano. El 11 de febrero de 2008 es cuando me interné para recuperarme. A partir de ahí no tuve recaídas. Fui un privilegiado. Con todo lo que hice ya sabia lo que era bueno o malo, pero si alguien tiene recaídas debe aprovecharlas para entender esto. Y volver a intentar. No hay que desanimarse ni pensar que está todo mal, se debe ser lo suficientemente inteligente para saber que eso no puede volver a pasar y aprender.

-Fuera de lo que es Racing, ¿te sentiste en algún momento juzgado por el mundo del futbol?

Jamás. Soy un agradecido al fútbol y a la gente. La sociedad a mi me volvió a dar otra oportunidad y eso no es cualquier cosa. Lo que tuve fue una enfermedad que al principio comenzó por hacerme el canchero, pero que después me costó salir. Me ayudo muchísimo mi señora. Mariela es la mejor. Me iba a buscar a la villa a la madrugada, con el riesgo de que le hagan cualquier cosa. Después mis amigos, claro, pero la que se banco todo fue ella. Por eso soy un agradecido siempre a los que me rodean y a la gente. Yo siempre tuve claro que soy conocido gracias a la gente, pero en realidad yo soy igual que vos. Vos haces tu trabajo y yo el mio. Cuando te morís, el gusanito te come a vos, a mí, al que tiene plata y al pobre. Nos come a todos por igual.