Un lindo reconocimiento al Coco Basile

Con su presencia se lograron varios hitos que marcaron un antes y un después en el fútbol argentino. Por sobre todas las cosas, en el mundo de la Academia. A un día de su cumpleaños, que celebra este sábado, Alfio Basile, idolo de Racing, tuvo un regalo por adelantado. Mediante una votación unánime, la Comisión Directiva aprobó la propuesta de Víctor Blanco, presidente, para que la plaza ubicada en el Predio Tita Mattiussi lleve su nombre. Un pedazo de historia, otra más que narramos en este portal.

El Coco él 1° de noviembre de 1943, en Bahía Blanca. Desde muy chico arrancó jugando al fútbol en los clubes Brandsen y Bella Vista de su tierra natal. Para probar suerte, se mudó a Avellaneda. Empezó a jugar como volante central en la Séptima División y fue escalando hasta llegar a la Primera en 1964. Bajo el mando de José Della Torre, hizo su debut un 3 de diciembre en el empate 1-1 frente a Huracán.

Junto a Perfumo, Rulli y el Panadero Díaz forjaron una defensa temible y feroz. En la Academia disputó 186 partidos, con 20 goles. Como jugador logró el campeonato local de 1966, la Copa Libertadores y la Intercontinental de 1967. Su etapa como futbolista en la institución duró hasta 1971, cuando pasó a Huracán. Y allí consiguió el título con el Quemero, en 1973, de la mano de César Luis Menotti.

Tras debutar como técnico en el 1975, en Chacarita, regresó a Avellaneda en el 77 para tener su primer mandato de los cuatro que tuvo como técnico de Racing. En su primer ciclo ascendió a Primera, en 1985. Y lo sacó campeón de la Supercopa Sudamericana 1988, como así también de la Interamericana de ese año. Ya para 1989, su período estaba terminando. En el campeonato 1996-97 volvió a calzarse el buzo. ¿Cómo era su personalidad del otro lado de la línea? Según una nota que le brindó al diario La Nación, lo primero que les dijo a sus jugadores fueron estas palabras: “No me gustan las palabras, así que, a la cancha…”. Un calentamiento corto y a jugar durante 55 minutos. Y con intensidad.

Cuando Basile llegó para suplantar a Brindisi en Racing

Llegó para reemplazar a Miguel Ángel Brindisi y llevó al equipo a pelear tanto el campeonato como la Copa Libertadores. Allí, en semifinales, cayó ante Sporting Cristal de Perú, la última vez que Racing llegó tan lejos en una competencia internacional. La última chance se le dio en 2012 y solamente estuvo en el banco en diez partidos; no le fue bien. Tras ese efímero paso, bajó las persianas como técnico en el fútbol local. Dirigió a la Academia en 177 ocasiones, con 68 victorias, 64 empates y 45 derrotas. Pero hizo del Estadio Presidente Perón un fuerte. Allí Racing sacó 40 victorias y 20 empates de los 88 partidos en total.

En los últimos títulos internacionales él tuvo algo que ver. Por eso, mientras se realizan las mejoras en el predio Tita Mattiussi, su nombre quedará inmortalizado en la plaza del predio. Aunque ya desde hace tiempo Coco permanece en ese lugar de las Inferiores: la cancha número 6 también fue bautizada con su nombre hace unos años. A través de las redes sociales, Basile agradeció por el gesto. Y Víctor Blanco le respondió: “Te merecés mucho más que este pequeño reconocimiento a tu gran carrera profesional que tanto nos diste en todos los momentos de grandeza, y poniendo el pecho para llevarnos a lo más alto”. Racing y Basile, un solo corazón.

Fotos: @RacingClub