Esta mañana nos dejó una simpática situación una vez finalizado el entrenamiento en Avellaneda. El pasaje Corbatta fue sede del incondicional amor de las fanáticas hacia Iván Pillud, pero hubo dos que resaltaron entre todos los que aguardaban una foto o algún firma.
Primero apareció una chica de alrededor de 20 años, que entre decenas de besos y declaraciones de amor posaba junto al 4 para inmortalizar el momento a través de su celular, y luego una señora más grande que lució orgullosa su autógrafo tatuado en el pecho. "Dame una camiseta, por favor", le rogó la hincha, y Pillud se la apalabró para dentro de algunas semanas. Un detalle de color: hasta la funda del teléfono de la señora llevaba el apellido del lateral derecho. ¡El fanatismo no tiene límites!
Iván, en el podio de los jugadores actuales más queridos, es el miembro más antigüo de este plantel (llegó en 2010 desde el Espanyol de Barcelona) y siempre destina un buen rato a satisfacer los pedidos de los hinchas.
Viejo y querido nomás...