Más conocido como “Batuta”, se ganó el clamor popular, de propios y extraños. Y en tan sólo una temporadam marcando un hito que aún no se pudo superar por ningún compatriota. A días de haber festejado su cumpleaños número 79, recordamos la única campaña en Racing de Walter Machado Da Silva y el desafortunado momento que vivió en Barcelona.
El fútbol fuera de tus tierras en algunas ocasiones puede ser ingrato o fructífero. Todo depende con la vara que lo midas y con el apoyo que tengas tanto del cuerpo técnico como de la dirigencia. Por ambas sendas supo pasar él, Walter Machado Da Silva. Delantero brasilero que nació el 2 de enero de 1940 en el Municipio Paulista Ribeirao Prieto.
Tuvo la dicha de pasar por varios clubes de renombre, tanto brasileños como de otras partes de Sudamérica. Y fue goleador en cada uno de ellos. Sin embargo, el gol no era su única habilidad: gambeteaba y habilitaba a sus compañeros de ofensiva para que también se dieran el gusto de convertir. Comenzó su carrera en San Pablo en 1956, donde sólo disputó 8 partidos sin convertir ningún tanto en dos años.
Pasó por Botafogo, Corinthians y Flamengo. En los dos últimos, fue figura. En el Timao convirtió casi 100 goles en 140 partidos, mientras que en el Fla hizo 48 en 79 encuentros. Los jugadores brasileños suelen tener un talento que parece innato. Y Machado Da Silva no era la excepción. Sin embargo, tuvo la desgracia de ser contemporáneo a un gran delantero, considerado como uno de los mejores del mundo y de la historia. Nada menos que Pelé.
Luego de participar en un encuentro del mundial de Inglaterra 1966 (derrota por 3 a 1 frente a Portugal en primera ronda), el Barcelona de España se interesó en contar con sus servicios. Batuta logró revolucionar el fútbol español y llevó al Culé a renacer futbolísticamente. Pero detrás de la intención de contratarlo, también hubo una cuestión política llamativa.
Juan Antonio Samarach, por entonces Secretario Nacional de Deportes de España, y el presidente de la institución blaugrana Enric Lllaudet, fueron parte de una movida para volver a traer figuras internacionales al fútbol español. Durante el franquismo, una ley prohibió la llegada de jugadores extranjeros para darle mayor lugar a los futbolistas españoles.
Las negociaciones, muchas veces, son cuestiones de azar. Ganás o perdés. Machado llegó para disputar partidos amistosos hasta que se levantara la ley que le impedía jugar en tierras europeas. Pagaron por él 12 millones de pesetas (72.000 euros). Pero la sanción nunca se levantó. En una nota ante un medio gráfico de España, Llaudet dijo algo que lo condenó: “Siempre había querido tener un chofer negro”, en clara referencia al goleador brasileño. Tras las polémicas declaraciones, hubo un aluvión de acusaciones al presidente del Barsa por racismo. Finalmente, tuvieron que vender a Machado al Santos por 7 millones de pesetas. No jugó ni un minuto y lo vendió por menos dinero. Luego, Enric Llaudet tuvo que dar un paso al costado.
La llegada de Machado Da Silva a Racing
Tras un paso fugaz por Santos y una temporada en Flamengo, arribó a un Racing que venía de ser campeón mundial y tenía pegada la impronta del gran equipo de José. Justamente, antes de irse a España jugó un amistoso con el conjunto de Río de Janeiro frente al seleccionado argentino en la preparatoria al Mundial en cancha de Independiente.
Al parecer, le gustó la ciudad de Avellaneda pero sobre todo los colores de su clásico rival. Ganarse un lugar iba a ser difícil y más por lo que demostró en su primer partido el 23 de febrero de 1969 ante Los Andes. No sólo no convirtió, sino que además a los 69 minutos lo expulsaron por propinarle un golpe a Alberto Cardaci.
Pero los goles son amores. Y la gente de Racing pasó del escepticismo por el flojo arranque del atacante brasileño a las constantes ovaciones cada vez que brillaba con la camiseta de la Academia. En la fecha 3° del Torneo Metropolitano que se jugó el 9 de marzo de ese año, marcó su primer gol ante Estudiantes en casa en la victoria por 2 a 0. Y no paró más. Así fue que en ese torneo logró algo que ningún jugador de su país pudo, convertir 14 goles y ser goleador de un torneo argentino.
Entre los gritos más importantes de su carrera en la Academia, encontramos que le marcó al Rojo en dos partidos diferentes (Fecha 9, Racing 2 – Independiente 2 y Fecha 20 Independiente 2- Racing 1). También le convirtió un gol a River en un empate 2 a 2 en Núñez. Al finalizar la temporada se fue para continuar su carrera en Vasco Da Gama y luego recaló en Junior de Barranquilla. Jugó poco en Racing aunque le alcanzó para dejar un gran recuerdo. En 36 partidos marcó 23 goles. Un verdadero animal del área.
Moro de U. S. A
MACHADO DA SILVA..imposible olvidarlo ..lo vi cuando debuto en ==la academia==fue en un amistoso en Mardel..ano 1968 contra Vélez. partido 2 a 2. hizo un golazo de. tiro libre y Marin.un arquero de los de. villa luro le atajo un penal..un fenómeno el negro..gracias por esta nota chau moro de U. S. A.
Lo más grandioso que vi en mi vida como número 9, en Racing o en cualquier lado.
El mejor 9 de la historia de Racing
Muy buen jugador el morocho, lo vi jugar era un exquisito, lastima que se fue rapido del club.
Muy buen jugador el morocho, lo vi jugar era un exquisito, lastima que se fue rapido del club.
Me acuerdo de la elasticidad que tenía cuando saltaba a cabecear, parecía que tenía un escalón en que se apoyaba porque en el aire se daba otro impulso y sacaba una cabeza a los defensores. <en el partido con Los Andes lo expulsaron porque se cansaron de pegarle y se calentó y le devolvió un golpe al defensor y lo echaron. Excelente jugador, muy hábil
Machado Da Silva, cuando cabeceaba quedaba suspendido en el aire. Extraordinario !!
Fenoneno làstima lo gozamos muy poco
A mi hno y a mi nos llevo por primera vez a una cancha de futbol un primo de mi madre fanatico de racing. Jugaba de local ,éramos muy chicos, cancha llena el estadio impecable ,la gente educada. No recuerdo el rival. Si no puedo olvidar lo que nos decía .
miren lo que hace el negrito. Desparramaba jugadores por el piso.
Desde entonces Racing es parte nuestros afectos
Vaya un cariño para racing y el primo de mi vieja que lo debe seguir desde el cielo